
Primero llegaron los ordenadores de sobremesa, luego la conexión a internet, las pizarras digitales y por último los
netbooks
(ultraportátiles). Ahora se empiezan a introducir también las tabletas.
De momento, son pocos centros en Catalunya, pero aseguran que estos
aparatos resultan mucho más "cómodos y útiles" que los portátiles a la
hora de enseñar.
Todos los alumnos de ESO de los centros de Esplugues de Llobregat y de
Badalona estudiarán con la tableta de Apple a partir de septiembre. En
total, 480 chicos sustituirán los libros tradicionales por el iPad; eso
sí, continuarán teniendo libros de lectura o cuadernillos cuando lo
necesiten. Estos centros ya valoraron en su día sumarse al programa de
portátiles 1x1, pero decidieron esperar hasta tener un proyecto
pedagógico adecuado al uso de las nuevas tecnologías, explican. Después
de estudiar todas las opciones, han optado por la tableta en lugar del
netbook.
"El
objetivo no es usar el iPad porque sí, la tableta sólo es un aparato,
sino aprovechar los recursos que ofrece para mejorar el aprendizaje y
los resultados de los alumnos", señala Carles Suero, director del centro
de Badalona y uno de los impulsores de la iniciativa. "La finalidad es
pedagógica", añade.
La tableta es mucho menos "intrusiva" que el ultraportátil. "Pasar del
libro a la tableta resulta más natural, el esfuerzo es menor", asegura.
Profesores que han probado el portátil en el aula se quejan del tiempo
que pierden para encenderlo, lo poco que dura la batería o la frecuencia
con la que se cuelga. Son situaciones que interrumpen el ritmo de la
clase. "Con la tableta esto no ocurre y además es más intuitiva que el
portátil", sigue Suero. Las familias pagarán el iPad de su bolsillo,
aunque a la larga saldrá más barato que comprar libros de texto durante
toda la ESO, según han calculado.