«Debemos dar respuestas del siglo XXI a los alumnos del siglo XXI».
Amaia Arzamendi, directora del colegio San Ignacio de San Sebastián,
tiene claro que en su centro educativo las nuevas tecnologías deben
ocupar un lugar cada vez más importante.
Por ello, a partir de ahora,
desde tercero de la ESO y hasta segundo de Bachillerato, los alumnos de
este colegio utilizarán ordenadores portátiles en clase. Unos
dispositivos de pequeño tamaño, elegidos y programados por el propio
centro y que sustituirán a los libros en algunas de las materias, como
Matemáticas, Euskera, Economía o Biología.
El portátil que usarán los alumnos es un ordenador de marca Acer, del
modelo ChromeBook. Un dispositivo pequeño -pesa un kilo y medio
aproximadamente-, se enciende en apenas siete segundos y cuenta con la
ventaja de tener una batería que aguanta más de ocho horas y media. Las
familias de los alumnos deberán pagar una cuota de 100 euros por curso,
es decir, 400 euros en total -por 3º y 4º de la ESO y primero y segundo
de Bachillerato-.
El precio incluye el valor del dispositivo más el
seguro correspondiente y una mochila para poder transportarlo con
seguridad. Al finalizar los estudios en el centro el alumno se queda el
ordenador por un precio simbólico de cinco euros.